La esencia del verdadero liderazgo

Written by Jenaro Bahamondes U. on Martes, 22 Mayo 2018. Posted in Blog

La esencia del verdadero liderazgo

Hace pocos meses nuevas autoridades asumieron la responsabilidad de conducir los destinos de nuestra patria. En ese contexto deseo reflexionar sobre el liderazgo, en especial en una de las cualidades principales que debe distinguir a un verdadero líder: el servicio.

Podemos tomar el ejemplo de Jesús, el servidor por excelencia. Él enseñó a sus discípulos un estilo de liderazgo basado en el servicio, señalándoles: “El que quiera ser grande entre vosotros será vuestro servidor”, y posteriormente agregó aquella conocida frase: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:27-28).


"El cristianismo no se reduce solo a retórica, sino a acciones concretas, Jesús señaló enfáticamente: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.” (Mateo 25:40)."

I. LA ESENCIA DEL LIDERAZGO ES EL SERVICIO.

1. Un líder con vocación de servicio ejerce su responsabilidad en favor de los demás y no como un medio para el beneficio personal.

A veces se cree, equivocadamente que el liderazgo es estatus y poder, olvidándonos que el verdadero liderazgo se traduce en una actitud de servicio y entrega hacia los otros. Un líder de excelencia no se considera por encima de las demás personas, sino más bien, entiende que solamente es el primero entre iguales y que asume una responsabilidad desde donde puede servir y trabajar para alcanzar metas, sueños y proyectos comunes.

En todas las áreas de nuestra sociedad, en el servicio público, en la política, en la iglesia, en la educación, en las empresas, en las organizaciones sociales, etc., necesitamos líderes que no se sirvan de los demás, sino más bien busquen el bien común.

2. Un líder con vocación de servicio ejerce su responsabilidad con honestidad.

Jesús, en el cumplimiento de su labor, siempre actuó con transparencia y honestidad, de tal manera que nadie pudo acusarle de nada.

¿Por qué es necesaria la honestidad? Porque la falta de ésta abre camino a la corrupción que corroe las bases de cualquier democracia, afectando la convivencia nacional. ¡Qué triste es cuando los líderes elegidos por la comunidad, y las instituciones creadas para velar por los intereses del pueblo caen en la corrupción! Pierden su credibilidad y a la vez debilitan la democracia. Esto es lo que ha ocurrido con los casos de corrupción en los que se han visto involucrados importantes organismos y personeros del quehacer público en nuestro país.

Necesitamos líderes políticos que, además de competentes, sean honestos, porque la tan valorada democracia, si no se cuida se corrompe, pudiendo ser tan nociva como cualquier otro sistema. Por tanto, uno de los desafíos que tienen nuestras autoridades es revindicar la política con el fin de recuperar la confianza de la ciudadanía. La honestidad y la transparencia son elementos fundamentales en el ejercicio del liderazgo.

II. EXISTEN TRES FILOSOFÍAS DISTINTAS DE VIDA.

(Lucas 10:25-37).

Jesús, en la parábola del Buen Samaritano, planteó a sus discípulos tres filosofías distintas de vida. El habló acerca de un hombre que fue asaltado por ladrones y que quedó mal herido en el camino. En los personajes de esta historia aparecen ejemplificadas tres maneras distintas de enfrentar la vida.

1. La filosofía de los ladrones: un estilo de vida que consiste en alcanzar el éxito a cualquier precio sin importar quien salga perjudicado.

2. La filosofía del sacerdote y el levita: refleja el modo de existir del hombre y la mujer actual, que va por la vida con una actitud individualista y egocéntrica, en la que el dolor y las necesidades de los demás no tienen cabida.

3. La filosofía del samaritano: este es el nivel de vida que debe caracterizar al verdadero liderazgo, no se trata de cuántos beneficios pueda yo obtener a través de mi gestión, sino más bien, descubrir cómo puedo a través de mi servicio beneficiar a otros.

Aunque la persona que sufría mal herido en el camino pertenecía a una raza antagónica, el samaritano se detuvo, empatizó con el dolor ajeno y ofreció la ayuda adecuada.

Por tanto, la pregunta es:

III. ¿CÓMO PODEMOS EXPRESAR NUESTRO SERVICIO DE UNA FORMA PRÁCTICA?

1. Esperamos que nuestras autoridades hagan de su liderazgo algo útil y trascendente: Que sean un real aporte al desarrollo de nuestra nación.

Esperamos que orienten la agenda legislativa priorizando los reales problemas que nos aquejan como nación, comenzando por la creación de nuevos y mejores empleos, un trato digno con nuestros adultos mayores y nuestros niños, un moderno acceso a la salud y otros tantos desafíos que tenemos como nación, a fin de mejorar la calidad de vida y acortar la brecha que existe entre los que tienen más y los que tienen menos.

2. ¿Qué se espera de nosotros, la iglesia? Más allá de los programas que los gobiernos puedan implementar para mitigar el sufrimiento humano, como líderes de las iglesias, también debemos expresar nuestro servicio de una forma práctica. No debemos caer en el misticismo y la religiosidad, encerrándonos en nuestros santuarios; más bien, debemos seguir el ejemplo de Jesús: solidarizar con el hombre y la mujer que sufre.

Tenemos una gran responsabilidad frente a la niñez vulnerada, frente las personas en situación de calle, frente a las madres maltratadas, frente a los niños y adolescentes que han caído presos bajo el azote del alcohol y otras drogas, frente a los ancianos víctimas del abandono, frente a los migrantes que tocan la puerta de nuestra nación. ¿Qué estamos haciendo cómo iglesia para mitigar el dolor humano?

Esta tarea puede tornarse por momentos ingrata y mal comprendida, digo esto desde nuestra propia experiencia después de trabajar por más de cincuenta años en el cuidado de niñas vulneradas en sus derechos, tiempo en que muchas veces, y a pesar del esfuerzo y recursos que invertimos, hemos sido injustamente difamados por la opinión de algunos, o no hemos encontrado el apoyo necesario de las autoridades e instituciones del Estado. A pesar de aquello, debemos hacer del Evangelio una expresión práctica del amor de Dios.

El cristianismo no se reduce solo a retórica, sino a acciones concretas, Jesús señaló enfáticamente: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.” (Mateo 25:40).

3. Palabras para recordar. Recuerdo una de las frases de la madre Teresa de Calcuta que debiéramos tener presente: “Al final de nuestras vidas, no seremos juzgados por cuántos diplomas hemos recibido, cuánto dinero hemos recibido o cuántas cosas grandes hemos hecho. Seremos juzgados por “Yo tuve hambre y me diste de comer. Estuve desnudo y me vestiste. No tenía casa y me diste posada”.

EL NIVEL DE VIDA MÁXIMO

Mis amigos, todos los hombres y mujeres de todas las épocas, que han dejado un legado a las generaciones siguientes, han sido servidores. Este es el nivel de vida máximo, es la característica de un liderazgo de excelencia y es lo que en esta hora de la historia se demanda de cada uno de nosotros.

About the Author

Jenaro Bahamondes U.

Jenaro Bahamondes U.

Jenaro Bahamondes es un hombre con un ministerio pastoral de más de cuatro décadas, en las cuales ha trabajado en varias congregaciones del país, siempre junto a su esposa Dorka Sobarzo, con quien tiene tres hijos: Ronald, Claudio y Lilibeth.

Ha escrito tres libros: Evangelismo Integral (2001), La Iglesia Propósito y Destino (2006) y el Perfil de un Líder (2009). Además ha tenido participación en diversos congresos y conferencias cristianas.

Entre los años 2000 y 2012 fue el coordinador regional (Los Lagos) del Instituto Bíblico Nacional

Actualmente preside la Iglesia Asamblea de Dios Autónoma de Osorno, una de las más grandes de la ciudad.